Un tren que partió de China llegó a España después de recorrer más de 13.000 kilómetros (La Voz, 10 de diciembre). Traía 40 contenedores llenos de productos fabricados en China. Este tren solo será rentable si vuelve a su origen cargado. Partirá de Madrid con vinos, aceite de oliva y jamón ibérico.
Los exportadores de estos productos estarán contentos, porque en China viven más de 1.360 millones de personas.
Yo me he echado a temblar. Recuerdo lo que pasó con las angulas. En Santiago había una pequeña tienda, cerca de la plaza del Toural, que vendía angulas y quesos. Entre 1974-78 consumíamos angulas con alguna frecuencia. Desde que los japoneses se han interesado por las angulas, su precio se ha disparado exponencialmente y son difíciles de conseguir. Nos conformamos con las gulas.
Pienso que puede pasar algo parecido con el jamón ibérico. Aprovechen para degustar los buenos productos españoles, antes de que sea tarde.