La encuesta del CIS en su contexto

OPINIÓN

08 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los libros solo se entienden al terminar de leerlos -«in toto veritas», decían los clásicos-. Y, cuando se hacen teorías con medias lecturas, se pueden decir burradas enormes. El Libro de la actualidad española, por ejemplo, tiene tres páginas, de las que solo habíamos leído dos. Y por eso era imposible entender lo que pasaba. Hasta que los periódicos de ayer publicaron la tercera. Vayamos por partes.

La primera página decía que los políticos roban, que son unos sinvergüenzas y unos inútiles, y que la enorme transformación que disfrutó España en los últimos treinta años la hicieron los extraterrestres, igual que las pirámides de Egipto y el dolmen de Stonehenge. En esta primera página ya quedaba claro el problema, pero era imposible saber por qué tenemos políticos tan malos, y por qué siendo nosotros una ciudadanía tan inteligente, solidaria y honrada llevamos cuarenta años votando castas y sinvergüenzas.

En la segunda página, que la encuesta del CIS puso de moda, se entregaban ya algunas claves. Ante tanta ineficiencia y latrocinio, los ciudadanos están creando un mecanismo purificador que se llama Podemos, cuya misión consiste en fumigar España y sus instituciones y arrastrarnos al comienzo de la transición. La fórmula elegida, que consiste en cambiar un bipartito con fuerte potencial de coalición -PP 186, PSOE 110-, por un tripartito con casi nula posibilidad de entendimiento -PP 123, PSOE 94, Podemos 80-, explica muy bien la parte de la quema, o ese momento en que una enfadada Lauren Bacall empieza a tirar y romper jarrones y candelabros para arreglarle las cuentas a su marido infiel. Pero hace muy difícil entender qué gana el pueblo en una operación que implica apoyar ciegamente a unos desconocidos que aún no han explicitado casi nada, y que, con las pocas respuestas dadas, ponen los pelos de punta.

Faltaba esta tercera página que se publicó ayer: el valor de la mercancía robada el año pasado en los comercios españoles asciende a 2.574 millones de euros. España es -con datos de The Smart Cube- el segundo país de Europa y el quinto del mundo con mayor porcentaje de hurto o estafa en los comercios. Y esta noticia, aunque no es buena, lo aclara todo, porque es la última página del libro.

Ahora ya sabemos que los políticos roban -aunque no todos- porque muchos ciudadanos también lo hacen -aunque no todos-. Que Podemos es un cabreo morrocotudo, como los de Lauren Bacall con su marido, pero que en realidad no resuelve nada. Y que la verdadera regeneración, antes que legal, inquisitorial o judicial, tiene que ser ética, e incluir a toda la sociedad. Y esa es toda la verdad. Habrá gente que no piense así, pero solo puede deberse a que no ha leído todo el libro, o a que no se atrevió a sacar todas las conclusiones. Porque el principio «In toto veritas» no falla nunca.