La codicia anglosajona anida otra crisis

OPINIÓN

29 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Para muchos economistas e intelectuales la banca de inversiones norteamericana y británica es la infección del sistema financiero mundial.

Fue la culpable de la debacle del 2008 y volverá a serlo de la próxima.

La crisis financiera de 2008 se desató de manera directa por el colapso de la burbuja inmobiliaria del 2006 en Estados Unidos, que en octubre de 2007 provocó la llamada catástrofe de las hipotecas subprime.

Sus repercusiones se manifestaron de manera grave en los inicios de 2008, contagiándose el sistema financiero estadounidense y después el internacional, teniendo como consecuencia una profunda escasez de liquidez y causando otros fenómenos económicos, como la calamidad alimentaria global, diferentes derrumbes bursátiles y, en su conjunto, una crisis económica internacional.

Los norteamericanos, con cierto cinismo, culparon de todo a Bernard Madoff, al que en seis meses detuvieron, juzgaron y condenaron a cadena perpetua.

Con este castigo ejemplar, más la quiebra de Lehman Brothers y la fabricación de dólares a gran escala para salvar el banco de inversión Bear Stearns y las sociedades hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae, Estados Unidos dio por concluido el asunto y dejó a los demás países que solucionaran como pudieran los problemas que causaron ellos.

El inversor Marc Faber ha expresado sus temores de que se produzca una nueva burbuja financiera que ya se estaría gestando en EstadosUnidos y que acarrearía una crisis peor que la última. Dos datos avalan este augurio: cuando estalló la de 2008, en Estados Unidos el nivel de gratificaciones (bonus) de los altos ejecutivos del reducido sector de la banca de inversiones alcanzaba los 40 mil millones de dólares.

Ahora estamos por los 38 mil, después de haber bajado a 20 mil. Estos profesionales de las finanzas representan, según el economista francés Thomas Piketty, el 60% de la distribución de ingresos para el 0,1% de los ciudadanos de un país en el que un 10% de la población posee un 70% de toda la riqueza de EstadosUnidos.

Y de la mano de los norteamericanos van los británicos, que llevan desde el 2011 haciendo filibusterismo con la mal llamada tasa Tobin (impuesto a la compraventa de acciones y sus derivados), que entrará en vigor el 1 de enero de 2016 para once países de la zona euro, entre ellos España, porque dicen que afectará a las operaciones de la City.

Y ya sabemos que la City y Wall Street dominan el mundo financiero global y, lo que es más grave, los medios de comunicación influyentes internacionalmente.