El primer anuncio electoral

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto Sánchez Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

30 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Nos ha tocado en suerte un señor ministro de la cosa de la rectitud y sentencia que no para. Ni en vacaciones. No bien nos saca de una y ya nos mete en otra. Una vez que le dio la vuelta a la Justicia, como si fuera un calcetín, y nos dejó claro que quien no disponga de medios no puede defenderse; una vez que provocó una ciclogénesis explosiva entre jueces conservadores, jueces progresistas, fiscales conservadores, fiscales progresistas y abogados y abogaduchos; y mientras nos mantiene bajo la amenaza de un cambio en la Ley del Aborto que nos devuelva a los felices años del blanco y negro, se mete en otro jardín. El de los aforados. Ha anunciado su intención de pasar de 17.621 aforados a 22. Una reducción del 99,99875 %, algo así como la reducción de los dineros en nuestros bolsillos. Y como todo lo que decide el señor ministro, con la misma urgencia y rigor, lanza las campanas a vuelo para situarse en el centro del debate político y mediático, y ofrecernos la única buena noticia de cara a la campaña de las municipales que iniciaremos la próxima semana. Lo que no dice es que, para este cambio, que él da por hecho, hay que cambiar nada menos que la Constitución, hoy fuera de toda posibilidad, y cada uno de los 17 estatutos de autonomía de que disfrutamos. O lo que es lo mismo, poner de acuerdo, o llegar a un consenso, que queda más fino, a media clase política. Y eso, en los tiempos que vivimos, se antoja misión imposible. Tomemos pues el anuncio del señor ministro como el primero de una campaña electoral de la que levantarán el telón el lunes. Porque lo importante no es gobernar, sino ganar elecciones.