Nuestra A-8

Gonzalo Ocampo
Gonzalo Ocampo EL RETROVISOR

OPINIÓN

17 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los tramos de Mondoñedo a Lindín y de Lindín a Careira han completado el recorrido de la Autovía del Cantábrico a través de Galicia. La carta de presentación de las obras contiene unas cuantas afirmaciones certeras. Ha sido un reto técnico, pues se ha pasado de una altitud de 141 metros, en Mondoñedo, hasta los casi 700 metros del Alto de Fiouco. Es, desde luego, un vial fundamental para el desarrollo económico-social de Galicia, para su vertebración con el norte y , al tiempo que se solapa en una Red Transeuropea. La nota menos favorable está en aquella altura de Fiouco, marco ya de un espectacular y trágico accidente. Ojalá que los tres kilómetros de balizas avisadoras de vientos y nieblas, junto con pórticos para mensajes a los conductores, con los avisos tempranos de la meteorología, con los servicios de vigilancia lograsen y con la humana prudencia, sirvan para evitar otros desastres.