Un accidente de tráfico de estos días pasados en Alicante muestra que una aparente nimiedad puede llevar a una catástrofe. La colisión de un tráiler con una furgoneta provocó la muerte de las ocho personas que ocupaban el segundo vehículo. Los investigadores del accidente entienden que el reventón de un neumático del camión hizo que su conductor perdiese el control, con lo se llegó a tan tremendo final. Y algún interrogante se abre. Ese reventón, ¿es imputable al azar? Decía Claude Romer, experto de la OMS: «Nuestra seguridad cotidiana no depende de la suerte o de la fatalidad, pues hoy poseemos los conocimientos necesarios para dominar las situaciones peligrosas». Entonces habría que plantearse la negligencia humana para hallar relación de causalidad. Pero, ¿entra en el orden de las previsiones ordinarias la revisión integral de un vehículo antes de cada viaje y, aun así, puede preverse un reventón? No es fácil alcanzar una conclusión. Quedémonos en la reflexión, admitiendo que el tráfico tiene miserias capaces de generar tragedias.