Un selfie (la moda de hacer una autofoto) no es más que Narciso en el estanque. Narciso que se mira reflejado en el estanque ha sido desde siempre un motivo del arte. Y es que los seres humanos nunca dejamos de mirarnos y de mirar. Ahora con los móviles y los fenómenos virales una autofoto puede dar la vuelta al mundo en un segundo. Y, cómo no, eso vale mucho dinero. Tiene un precio, como todo hoy. El selfie más famoso, el que se hicieron algunas de las estrellas en los Oscar con la presentadora, ha sido cifrado en mil millones de dólares, una barbaridad. Dijo la compañía que lo promovió, el grupo Publicis, que la imagen la vieron 43 millones de personas. ¿Quién no la tiene en la memoria? Es Bradley Cooper el que toma el móvil y apunta al grupo, como todos hemos hecho alguna vez. Están DeGeneres, Brad Pitt, Julia Roberts, entre otros. Y oculta, sin que se le vea, pobre, Liza Minelli. Esta foto ha superado en el récord a la que era la primera imagen más vista, la que se hizo a sí mismo el presidente Obama tras ser reelegido y que fue difundida en su cuenta de Twitter. Como los cuadros más famosos y por los que más se paga, ahora también hay ránking de selfie de oro. La tercera imagen más popular, otra de Obama. El famoso selfie que hizo la primera ministra danesa en el funeral de Mandela, con el propio Obama y con Cameron. Somos imagen.