Podremos

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

01 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Curioso resultado el de las elecciones europeas y sus derivadas domésticas. Esta bien, guste o no, es lo que hay, a ver si resulta algo que realmente suponga otra forma de hacer política; aunque no se hagan muchas ilusiones, porque los verdaderos amos nunca se presentan a los comicios. Esperemos que los electos sean cuanto menos capaces de hacer ver a los que de verdad mandan que ya no estamos en el mundo de ayer. Alguien se dará cuenta de que la irrupción de Podemos significa el futuro, no un futuro político, sino simplemente uno nuevo. Un futuro que ya es presente y que para ciertas cosas aún estamos estrenando.

Esto ya no es lo que era porque ahora Podemos: conectarnos, informar, convocar, proponer, discutir y organizarnos de forma instantánea; sin numerus clausus, ni chalaneos, ni recomendaciones, ni derechos de admisión, ni cuotas, sin patrias ni carnés. Hasta la semana pasada era impensable poder crear una organización en unos meses y seducir a un millón y medio de ciudadanos. Hoy ya es una realidad y no sé si la democracia que conocemos se adaptará con facilidad a este nuevo contexto. Cuando menos han cambiado las reglas del juego, se acabarán la matraca de la caravana electoral, los mítines casposos, los debates pactados, la jerarquía, la casta? La realidad ha sobrepasado todas estas formas tradicionales de participar en una política que hoy discurre a través de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en Red. Moverse bien en este territorio es cosa de gente joven, de estar mucho en los medios y de ser buenos conocedores y usuarios de la sociedad virtual. En esta sociedad líquida y de la imagen ya no se precisan grandes programas electorales ni ideologías centenarias para tener éxito.

Lo más interesante del fenómeno Podemos lo representa el hecho en sí de su aparición. No es el resultado, sino el proceso lo que nos va a cambiar la vida.

Esa ola de cambio la surfean principalmente los jóvenes porque el resto es mayoritariamente perezoso o analfabeto tecnológico. Cuando sea mayoría la gente que habite y se desenvuelva en el entorno virtual, se habrá consolidado el cambio que hoy se apunta. La participación directa e inmediata de los ciudadanos en la vida pública es un hecho y no precisamente aglutinados en torno a una ideología, sino a unos intereses concretos y cambiantes que no entienden de fidelizaciones partidistas.

En Japón se venden más pañales de ancianos que de bebés. Más del cuarenta por ciento de la población superará los 65 en poco tiempo. ¿Se imaginan un Podremos sentando a seis jubilados en el escaño? Pues así será con muchos otros colectivos, al tiempo. Ya me dirán.