El cine español está a punto otra vez de disputarse los Goyas. Llega el momento de la gala y las galas. En las listas, como cuando uno prepara un viaje, hay de todo. Así es el cine español. Está una comedia como la de Sánchez-Arévalo, que se deja ver, y al otro extremo, una película durísima como La herida, que no deja indiferente a nadie. Hay un montón de nominaciones del montón para Álex de la Iglesia y sus brujas, pero él no aparece cuando se trata de premios grandes. Está la película tierna de David Trueba, que siempre se queda a punto de Goya (igual hoy no), y está Diego Botto, que tampoco sabe todavía lo que es decir gané. Está muy mimada Gracia Querejeta con sus 15 años y un día. Vuelve a ir a por todas con doblete Antonio de la Torre, candidato a principal y a secundario, que ya es nuestro Messi de la interpretación. En definitiva, la lista es un cambalache importante de películas de todo tipo que no tuvieron sin embargo el respaldo de público de todo tipo, con una recaudación que bajó casi en cien millones. No ganará, quiera o no quiera ir, Almodóvar. Solo una nominación menor por la menor Los amantes pasajeros. Y no estará el ministro Wert, con problemas de agenda.