No tengan la menor duda, lo de la crisis es ya una mala pesadilla. Hemos recuperado la senda perdida y en un par de telediarios volvemos a lucir el plumaje que se nos ajó y nos ponemos otra vez a gastar como descosidos, porque esto va a todo tren. No es que se lo dijera Mariano a Obama, que no lo iba a engañar, es que no hay más que estar un poco atento a lo que acontece y uno ve una alegría en el gasto que solo puede ser posible porque ya volvemos a ser ricos.
Veamos. Hacienda se va a gastar casi un millón de euros en una campaña contra el fraude. Que buena falta hace. En Burgos se pulen veinte millones en un bulevar. Que es de imperiosa necesidad. El Gobierno da por perdidos 12.000 millones de Catalunya Caixa y De Guindos no descarta que además de los 61.000 que pusimos hasta ahora para la banca, haya que poner algunos miles más.
Seguimos levantando aceras, construyendo fuentes, celebrando fiestas, cocidos y excursiones y contratando asesores y amigos. Les ponemos relucientes los campos de golf a los militares y la mitad de la Vuelta Ciclista a España se va a correr en Galicia. Y estamos dispuestos a perdonar las deudas del deporte.
Esto vuelve a ser España. La España de toda la vida. Habíamos perdido la sonrisa y la autoestima, pero las vamos a recuperar porque estamos que nos salimos.
Para irnos por el precipicio, pero nos salimos.