Dimite el secretario general de UGT Andalucía, Francisco Fernández, debido a la polémica suscitada por las facturas falsas que el sindicato habría presentado a la Junta de Andalucía, por lo que si Pablo Iglesias, fundador de la UGT, levantara la cabeza, preferiría no haberlo hecho. Resulta intolerable la desfachatez de determinados sindicalistas andaluces, que a costa de subvenciones del Gobierno autonómico, se han dado la vida padre, sin importarles en absoluto las penurias que están pasando tantos millones de trabajadores y sus familias en España. Cursos de formación en el Caribe con mariachis, karaokes, mariscadas, riojas exclusivos, etcétera. Una auténtica vergüenza que hace que la fe de muchos trabajadores en sus sindicatos se tambalee, si es que todavía ese escepticismo no había hecho mella en ellos. Y no olvidemos que hace escasos meses, el anterior secretario general del mismo sindicato en tierras andaluzas tuvo también que abandonar el cargo debido a otro escándalo de similares características. En aquel caso gastos en hoteles y restaurantes de lujo en un viaje a Sudáfrica. Son quienes más ejemplo debieran dar, pero está visto que garbanzos negros, y chorizos, los hay en todos los sitios. Les gusta la buena vida a estos señoritingos.