Volver a empezar a los setenta. Hasta los actores más míticos de Hollywood, los divos divinos, han sucumbido a la llamada de la mundana televisión. Es el nuevo imperio de la ficción: las series. Las audiencias millonarias hacen que los talones tengan también muchos ceros y que así la televisión ya no sea vista como un producto de segunda. Michael Douglas dio el salto con el telefilme Behind the candelabra. Pero es que ahora es Robert De Niro, con 70 años, el que figura en la miniserie Criminal Justice. Ahí hará el papel del fallecido James Gandolfini. Y todavía hay más que demuestran el cambio en el circuito. Nada menos que Dustin Hoffman, con 72 años, ha dado el paso al aparecer por primera vez en una serie de televisión. La pecera que hipnotiza en las casas a públicos de todo tipo y de todos los países tendrá en el salón a Dustin Hoffman en la serie Luck. Y es que el dinero mueve y conmueve. No son solo ellos. A ellas también les pasa lo mismo. Estrellas cegadoras y con Óscar como Jessica Lange o Kathy Bates y Glenn Close se han apuntado a poner una serie en su biografía. Y es que la calidad y la música de los dólares que suena tan bonita no están reñidas con la que fue llamada la caja tonta.