Sanidad

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

27 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Casar las cuentas públicas se ha convertido en ciencia y arte. El primer objetivo lo establece el límite del déficit. Pero, por mi experiencia de cinco legislaturas parlamentarias y una de gobierno, para poder realizar tal operación es imprescindible moverse en un espacio cierto de ingresos. Precisamente, donde el modelo económico está causando más estragos.

Recordar que el gasto sanitario es el primer capítulo con el que se enfrentan las comunidades autónomas. Visto lo que acontece y el desgaste que produce el debate público sobre los recortes de las prestaciones que garantizan el derecho a la salud -curar y cuidar-, no me explico cómo no hubo más intentos para devolver al Estado tal competencia, en la que el ministerio de la señora Mato, solo y a duras penas, trata de coordinar la igualdad de oportunidades ciudadanas ante tal derecho social.

Alguien debería explicar, alto y claro, que el espacio sociosanitario no es solo espacio de gasto público; es también fuente de riqueza y nicho de empleo estable que opera sobre el territorio en el que asientan los equipamientos y servicios públicos. En A Mariña lucense -provincia de Mondoñedo- tras Alcoa, es el Hospital da Costa, sito en Burela, la segunda empresa del territorio.

Cuando los «expertos compostelanos del Sergas» deciden recortar prestaciones sanitarias, promover la centralización de la asistencia sanitaria en Lugo, no cubrir las bajas de sanitarios, o inducir a resolver consultas por teléfono y así ahorrar -se nota que no han hecho medicina más allá de gestión o admisión- aunque abran un viejo debate superado, de no atender por teléfono consultas, dadas las características culturales de nuestra población rural y envejecida, están incidiendo gravemente en la calidad del sistema sanitario y en las derivadas económicas en favor del empleo y la riqueza.

Se acepta como excelente el control de la prestación farmacéutica, que durante muchos años tuvo que ver con: industria-incentivación a profesionales-promoción del consumo de medicamentos-subvenciones a la investigación y formación continuada. Se acepta que se haga otro tanto con la adquisición e indicación de implantes. Imprescindible, revisar guías y protocolos que eviten emplear tantos elementos que conducen al sobrediagnóstico.

No se admite, como en el caso del tren, ahorrar a costa de la calidad-seguridad del sistema.