Nos hemos tenido que enterar mucho tiempo después y gracias a una declaración ante el juez de que fue el propio Mariano Rajoy quien pactó con Bárcenas pagarle un obsceno sueldo mensual de más de 18.000 euros sin que tuviera que realizar labor alguna a cambio. Así lo ha dicho De Cospedal, que no está dispuesta, dicho coloquialmente, a comerse el marrón. Ya hizo bastante el ridículo con aquella explicación cantinflesca de que se trataba de una indemnización en diferido en forma de simulación. El presidente del Gobierno deberá explicar por qué pactó esas espectaculares condiciones con el extesorero. ¿Qué pretendía pagándole esas abultadas nóminas cuando, según dijo en el Senado, ya no estaba en el partido, y manteniéndole despacho, coche, conductor y secretaria? ¿Su silencio?