Fátima es la protagonista de uno de los reencuentros más emotivos tras la tragedia del Alvia en Angrois. Lo contamos hoy en la página 7. Salvó la vida porque se levantó para ir al baño antes de que el tren se convirtiese en una fábrica de destrucción. Su asiento desapareció, igual que sus padres, que murieron entre las vías de la curva de A Grandeira. Fátima, con síndrome de Down, reside en San Fernando (Cádiz), donde el Alvia Madrid-Ferrol se llevó cinco vidas, y su único recuerdo del accidente ferroviario era una fotografía de La Voz, cuando la rescataba uno de los vecinos de la barriada más conocida de Santiago desde el descarrilamiento. Quiso hablar con él. Y pudo agradecerle la vida. Lo hemos contado casi todo sobre el grave siniestro ferroviario que golpeó directamente en el corazón de Galicia. Pero cada pasajero del tren de Angrois es una historia, de vida o de muerte.