No nos conocen

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

27 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No tienen ni idea de cómo somos. Y han vuelto a demostrarlo. Uno de los aspectos de la tragedia de Angrois que más ha llamado la atención al otro lado de Pedrafita y del Padornelo ha sido la solidaridad de los gallegos. La compostura, el espíritu ciudadano, la entrega y el saber estar en unos momentos tan difíciles y dolorosos como los vividos.

Es lo que tiene vivir en el Finisterre. Que como queda tan alejado, se hacen una idea estereotipada de la que no se apean por mucho que vean, una y otra vez, que ciudadanos, sanitarios, bomberos, equipos de emergencia, voluntarios y donantes se vuelcan para tratar de paliar una emergencia.

Los gallegos somos solidarios. Sobre todo en los momentos de desgracia, que de eso sabemos mucho. Nos volcamos en las tragedias de nuestros pescadores, en las del chapapote, en las de los fuegos, en las de los accidentes. Tenemos un resorte que se activa, quizás más acusadamente en los malos momentos, cuando se necesita de nosotros.

Pero llegan los paracaidistas de la capital y del otro extremo de la Península y lo que más les llama la atención de un drama que, por el momento, deja ochenta familias rotas, es nuestra solidaridad. No saben que para los gallegos la solidaridad no es un poema épico. Es una religión. A fuerza de dificultades, la tenemos incrustada en nuestro ADN. Como la generosidad, la morriña y la paciencia de tener que soportar que nos crean lo que no somos.