La otra protección social

Albino Prada
Albino Prada CELTAS CORTOS

OPINIÓN

21 jul 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

De cada cien parados estimados que hay en España solo la cuarta parte reciben una prestación social digna, otra cuarta parte reciben un subsidio que no alcanza para llevar una vida digna, y el resto no tienen ninguna protección social (sobre todo jóvenes y parados de larga duración). ¿Cómo se mantiene la actual calma social con más de cuatro millones de personas en España que están paradas y no cuentan con una suficiente protección social? Para entenderlo es necesario hablar sobre todo de la protección social familiar y, menos, de la no gubernamental.

En las viviendas que cuentan con ocupados residen también más de millón y medio de parados españoles. Como sabemos que más de la mitad de estos desempleados no contarían con protección social pública es obvio que es la solidaridad del núcleo familiar la que permite aguantar a esa importante parte de los parados españoles. Aunque la situación se agrave cuando los ocupados de esa vivienda ven caer sus ingresos.

En las viviendas españolas que cuentan con uno o dos pensionistas se contabiliza que residen la friolera de dos millones y medio de desocupados. De nuevo es la solidaridad intergeneracional y familiar la que permite a buena parte de los segundos subsistir sin una protección (prestaciones por desempleo o subsidios). Pero también su situación se deteriora si caen las pensiones que cobran los mayores.

Por último tenemos a aquellos parados que residen en viviendas donde la persona de referencia es parada. En estos hogares residen más de dos millones de desempleados. Parte de estos podrían recibir algo de ayuda de familiares ocupados o de pensionistas que no viven con ellos, pero son los llamados (si no cobran una prestación) a entrar en la beneficiencia, en las cocinas económicas y en los deshaucios.