Gente en las calles

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

06 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los alborotos en Brasil, Turquía y Egipto, con miles de personas protestando contra los gobernantes, invitan a reflexionar sobre las circunstancias en que se producen. Tres gobernantes elegidos democráticamente que pasan por momentos críticos, donde priman los intereses políticos sobre los ciudadanos, los han llevado a la calle para decir a sus gobernantes: No es eso para lo que os hemos votado. El caso de Brasil llevó a la presidenta a reaccionar negociando diversos acuerdos. Quieren más inversiones para atender sus necesidades, ante los acontecimientos que se avecinan en el país.

Turquía llevó a la calle a ciudadanos de clase media descontentos con la deriva islamista del Gobierno, porque creían que la sociedad turca había alcanzado un nivel de libertad y democracia que no querían perder. En Egipto ocurre el paradigma de este fenómeno social. Las revueltas alcanzaron el nivel de confrontación civil que ha llevado al Ejército a intervenir destituyendo al régimen islamista, como pedían mayoritariamente en las calles, para intentar tener más libertad y democracia por las que hicieron la revolución que acabó con el régimen de Mubarak. Estos movimientos son más sociales que políticos, propios de la «sociedad del conocimiento», que con los medios de información actuales alcanzan a todo el mundo.