Será la más joven de la ya larga relación de destacadas personalidades galardonadas con el premio Trasalba, que concede la Fundación Otero Pedrayo. La gaiteira y pianista Cristina Pato, que recibirá este galardón el último domingo de junio, colocará su nombre al lado del de otros ourensanos tan ilustres como Xaquín Lourenzo, Miguel Anxo Araúxo, Pura Vázquez o Méndez Ferrín.
Muchos de los integrantes de esa lista compartieron tardes en la mesa camilla de Trasalba. Don Ramón, que acogía con afectuosa cordialidad a los jóvenes que acudían a su casa y los invitaba a sumarse a la tertulia, vería con simpatía la concesión de este premio, como una simbólica incorporación de la joven gaiteira y pianista a la mesa imaginaria que comparten los galardonados.
Cristina Pato recibe en plena juventud un galardón que ha destacado hasta ahora largas trayectorias de entrega a la cultura de Galicia. Con su decisión de ayer, la Fundación Otero Pedrayo manifiesta su intención de incorporar «nuevos rostros, nuevos lenguajes, nuevas maneras de hacer en la línea de la universalización de nuestra cultura».
La aportación de la joven artista no es todavía tan extensa como el de quienes le han precedido en la recepción de esta distinción. Pero Cristina aporta toda la intensidad que ha caracterizado hasta ahora su corta, pero exitosa carrera. Una mujer cuya página web puede visitarse en inglés, castellano y gallego, y que es capaz de poner tanta pasión en conciertos por medio mundo con Yo-Yo Ma como en espléndidos trabajos en gallego como el que firmó con Rosa Cedrón, merece una silla en la simbólica mesa de Trasalba.