Ya en el siglo XVIII el padre Feijoo, que era un cristiano ilustrado, nos animaba a no creer en los milagros. Y, sin embargo, un milagro ha ocurrido en Navarra porque tres políticos van a devolver el importe de las sustanciosas dietas cobradas de Caja Navarra por su asistencia a reuniones en las que actuaban como padres espirituales de esta entidad bancaria. Estos tres políticos son el expresidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, que cobró 39.000 euros por participar en reuniones dobles de la comisión permanente de la caja y que, por otra parte, no devolverá los 50.000 euros que cobró por asistir a sus juntas ordinarias; la actual presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, que cobró 68.500 euros; y el actual alcalde de Pamplona, Enrique Maya, que cobró 12.000 euros. A este trío de sabios hay que incorporar el dúo formado por el consejero de Educación del Gobierno de Navarra, José Iribas, que devolverá 29.000 euros, y la concejala de Pamplona Ana Elizalde, que fue beneficiada con 5.000 euros.
Barcina llegó a cobrar 3.400 euros por asistir a dos horas de reunión, lo que demuestra hasta dónde puede llegar la inteligencia de una hija de Burgos, que es la patria natal de la presidenta. Como nietos de chimpancés que somos, esperemos que ahora otros políticos que se embolsaron euros hollywoodienses con prácticas superartísticas se afilien, por pura imitación de simios, a este milagro navarro y devuelvan lo que nunca debió llegar a sus cuentas corrientes.