El sur subsiste

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

14 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

He cambiado el título de los poemas de Mario Benedetti. Y sin embargo me veo reflejado en lo que nos cuenta, líricamente, de las diferencias entre el norte y nuestro sur. Lo que sucede es que cuando el escritor uruguayo creaba tales versos, los europeos éramos el norte y de vez en cuando reparábamos en las injusticias que sufrían los del sur.

Sabios clandestinos. Cantos de sirenas. Cielos de neón. Entre todas esas imágenes que nos acercaron al euro, la realidad me espanta. No hay situación más incómoda que la de ser un optimista informado, ya que nos transforma, de inmediato, en pesimista deprimido.

Nos cuenta el ministro de Economía que «España no necesita ningún rescate». Menos mal que estamos acostumbrados a la mentira como instrumento de hacer posible lo imposible -eso es la política-. Y si me acusan de traidor, les invito a considerar lo que puede suponer pedir 600 millones de euros prestados diarios durante el presente ejercicio. Así alcanzaremos un 34 % más de endeudamiento que el fatídico 2012, para llegar a la astronómica cifra de 759.700 millones de euros de deuda para nuestro Estado.

El hambre disponible, recorre el fruto amargo, de lo que otros deciden. Esta parte de la obra, «el sur también existe», me viene a la conciencia ciudadana cuando compruebo que, según el Eurostat, hemos superado los seis millones de parados. La economía española aportó el 43 % de los nuevos parados de larga duración en Europa. Hemos terminado el 2012 con la tasa de desempleo sobre población activa -26,6 %- más alta del Viejo Continente. Y es que España aporta un tercio de todos los parados de la zona euro. Y hay quienes se desmueren. Y hay quienes se desviven. Y así entre todos logran lo que era imposible; que todo el mundo sepa, que el sur también existe.

A la muchachada, sin empleo y sin esperanzas de lograrlo, les recomiendan atender las ofertas de: Alemania, Holanda, Finlandia, Austria... Incluso, con más valor, las de China, la India y Brasil.

A los trabajadores veteranos solo nos queda esperar que alguien repare en que recortar salarios y aumentar impuestos sobre la clase media conduce a la proletarización. Aunque me acusen de insumiso, señalo víctimas y verdugos, en nuestras calles, donde los bancos harán sus maniobras de fusión, y los pensionistas temen que sus desmanes financieros, «justifiquen» la rebaja de sus derechos pagados, año tras año.