Enseñanzas artísticas universitarias

Celso Currás
Celso Currás NUESTRA ESCUELA

OPINIÓN

01 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las enseñanzas artísticas superiores (EAS) no consiguen encontrar su lugar en el sistema educativo. Desde la Ley Moyano, de 1857, pero, sobre todo, desde la Logse (1990), los títulos que se obtienen al finalizar estos estudios son superiores y equivalentes, a todos los efectos, a los de diplomado o licenciado universitario, hoy refundidos todos en el de grado, en el marco del Espacio Europeo de la Educación Superior. Sin embargo, la realidad es diferente. Los alumnos que obtienen un título en las EAS no disfrutan de las mismas oportunidades que los que lo hacen en la universidad. Por ejemplo, para acceder al posgrado o al mercado laboral, cuando se exige titulación universitaria.

Música y danza; arte dramático; conservación y restauración de bienes culturales; diseño y artes plásticas (cerámica y vidrio), forman parte, dentro del sistema educativo, de las enseñanzas de régimen especial. Y tan especial, pues a pesar de los intentos para normalizar y prestigiar estas enseñanzas, siempre se han encontrado en una tierra de nadie, causa de problemas para alumnos, profesores e incluso para la propia Administración.

Después de una larga lucha, por diversas plataformas, para conseguir la plena homologación universitaria de las EAS, en el año 2009 el Gobierno estatal aprobó un real decreto que estructuraba estas enseñanzas en grado y posgrado (máster y doctorado), al igual que cualquier estudio universitario. Poco duró la alegría, pues una sentencia del Tribunal Supremo, de enero de este año, previo recurso de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, anuló los principales artículos de la referida disposición, por considerar que se usan denominaciones para títulos que son exclusivas de la universidad, dándole la razón al riguroso informe de Embid Irujo, catedrático de la Universidad de Zaragoza. ¡Con la universidad hemos topado! Sin duda, esta ha sido siempre su principal enemigo.

Volvemos, por lo tanto, a la situación de indefinición original. Las enseñanzas superiores que no sean universitarias no están claramente reguladas y organizadas en nuestro país, contrariamente a lo que ocurre en la mayor parte de la Unión Europea. La solución podría estar en la futura Ley de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). En su anteproyecto se dice que las EAS quedan incluidas en el nivel 2 del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior y que siempre que la normativa aplicable exija el título universitario de grado, se entenderá que cumple este requisito quien esté en posesión del título superior de las EAS. Esta solución es la mejor, en el marco del actual sistema educativo. Y en la citada ley no está previsto modificarlo.