Todas las horas del día para cuidar a una persona que no puede valerse por sí misma; sin tiempo para desempeñar otro trabajo que les proporcione unos ingresos; cubriendo el hueco que ha dejado un Estado de bienestar en pleno desmantelamiento. Esos son los cuidadores de personas dependientes. Una ley del 2006 les había dado la oportunidad de obtener una recompensa por un trabajo nunca reconocido.
Pero los recortes lo han cambiado todo. Primero el Estado anunció que reducía un 15 % las aportaciones para pagar a este colectivo. Ahora sabemos que dejará de abonarles la Seguridad Social.
Cuidadores y dependientes, inmigrantes sin papeles, parados... Todos ellos colectivos débiles a costa de los cuales el Gobierno quiere sacar el país del pozo. ¿Cuál será el siguiente?