Dimisión sin botín

Ignacio Bermúdez de Castro Olavide PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

26 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de Novacaixagalicia, Mauro Varela, metió la pata con sus declaraciones sobre los clientes de las participaciones preferentes. Cuando menos ha tenido la decencia de dimitir, lo cual en estos tiempos ya es de agradecer. Otros habrían defendido numantinamente su derecho a seguir sentándose en tan cotizada poltrona. Hasta aquí todo bien. El problema es que, con su marcha, empiece a aflorar el derecho a percibir una suntuosa indemnización, por lo que el señor Varela debiera dejar claro desde un primer momento que no va a percibir cantidad alguna, aun en el caso de que se hubiera firmado en su día, cuando cada caja de ahorros era un reino de taifas donde ciertos directivos disponían a su antojo, y siempre en beneficio de sus particulares cuentas corrientes, de los dineros que los impositores les habían encomendado esperando que una parte de ellos fuese dedicada a obras sociales distintas a hacerles multimillonarios.