Santiago obró el éxito

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

05 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Otra temporada más en la cumbre de la liga más eléctrica. Bendito vértigo del baloncesto. El Obradoiro prodigioso seguirá en ACB. Compostela, la ciudad, lo merece. Y le sobró un partido. Esa fiesta del domingo, contra el CAI, mientras Estudiantes jugará a muerte con Murcia. Santiago y los seis mil hinchas obraron el milagro. Juntos. Cuando tira Oriol o Corbacho lanza a canasta, los seis mil están detrás de la bola y así es muy difícil fallar. Demasiados corazones dibujando la trazada del balón en el aire que hierve de a caldeira do Sar. El Tuky Bulfoni es la entrega, un manostijeras en defensa que corta los pases más afinados, como Andrés Rodríguez o Palacio multiplicándose. Pero es que Ebi Ere fue la estrella que se esperaba en el momento justo. Y Corbacho enhebró el hilo en la aguja de la canasta, una y otra vez, hasta veinte puntos. Moncho Fernández apretó las tuercas de la defensa y el Valencia sufrió «miudiño, miudiño». Ahí estuvo Lasme, capaz de taponar el cielo, si hace falta, y Kendall, el brazo del mate, y de nuevo Oriol, con su rodilla de bambú. Pero sobran los nombres. Pesa el equipo. Ganó un vestuario unido y fundido con la grada de padres e hijos. Sigue el hechizo de la batidora do Sar. Las segundas vueltas, a veces, son maravillosas.