15 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

No entiendo cómo todavía hoy existen médicos que violan flagrantemente la autonomía de sus pacientes. Aparte de ser una profunda inmoralidad, es también una ilegalidad: la Ley 41/2002 dice literalmente que «el paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente, después de recibir la información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles [?] Todo profesional que interviene en la actividad asistencial está obligado no solo a la correcta prestación de sus técnicas, sino al cumplimiento de los deberes de información y de documentación clínica, y al respeto de las decisiones adoptadas libre y voluntariamente por el paciente». Lógicamente, cuando el paciente no esté en condiciones de decidir, serán sus representantes los interlocutores válidos del equipo médico.

No entiendo tampoco cómo a día de hoy sigue habiendo médicos que no entienden que una sedación paliativa o terminal y una limitación del esfuerzo terapéutico no son sinónimos de eutanasia, que son opciones perfectamente éticas y legales.

Es precisamente la obstinación terapéutica y el mal control del dolor y de los síntomas refractarios lo que da alas a los partidarios de la eutanasia.

En fin, no entiendo cómo se sigue ocultando la información al enfermo e incluso se firman dos partes de alta diferentes, uno con la información verdadera para la familia y otro con información falsa para el enfermo. Una auténtica barrabasada.