¡Llueve!, cerdo Gobierno

| FERNANDO ÓNEGA |

OPINIÓN

05 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

SE VEÍA VENIR. Siempre había sido un chiste, pero los chistes acaban incorporándose a la vida real. El chiste hablaba de dos italianos que estaban en la playa, como muchos de ustedes este Viernes Santo, y de pronto se puso a llover. Irritados, miraron al cielo y encontraron al auténtico culpable: «Piove, porco governo». No es que los turistas de esta Semana Santa estén indignados con Zapatero por el mal tiempo, que vaya usted a saber. Es mucho peor: el que solemos llamar primer partido de la oposición, es decir, el PP, está que echa las muelas por la crecida del Ebro. Y mucho más, porque los ministros, subsecretarios y directores generales no estaban ayer en Zaragoza conteniendo la riada. ¿No se lo creen? Pues lean lo que publicaba ayer el diario Abc , página 26: «El PP reclama que Narbona explique en el Congreso el vertido de agua al mar». Cristina Narbona, como quizá sepan algunos de los lectores, es la ministra de Medio Ambiente. La diputada del PP María Teresa de Lara le reprocha: «Debería sentirse avergonzada». Y la antecesora de la señora Narbona, la ex ministra de raíz lucense Elvira Rodríguez, echa en cara al Gobierno que el Ebro lanzó al mar en tres días el agua que consume Madrid en todo un año. ¡Qué barbaridad!, añado yo, partícipe del mismo asombro. ¿Cómo se atreve un río a tirar más agua que la capital de España? ¡Y en tres días! ¡Esto es un dispendio! ¡Esto sólo pasa por el talante de Zapatero! Con Aznar no pasaba. ¿Ustedes recuerdan que con Aznar -o con Franco- se tirase tanta agua en menos de una semana? Con Aznar, los ríos eran mucho más ordenados, avanzaban con normalidad e iban por su cauce. Eran unos ríos más constitucionales. Ahora, ya se sabe: el desgobierno. El caos. El desmadre. Con Zapatero en La Moncloa, ni los ríos resultan controlables. Los ríos están como todo en España: Carod Rovira hace lo que hace, el fiscal general defiende a Batasuna, Otegi chulea a la Justicia, los huelguistas de hambre hacen el amor como descosidos en los hospitales, los terroristas se presentan a las elecciones y el agua del Ebro, río insolidario, se va al mar, que es el morir. Piove, porco governo . Tengo inmensa curiosidad por ver cómo explica esto la ministra Narbona en el Congreso de los Diputados. Porque, además, está el agravio comparativo. Vale que el PP diga que esa agua podría resolver la sed de Levante. O, sin ir tan lejos, la sed de los Monegros, que están en Aragón. Pero esos no serían escenarios de comparación compatibles con un buen sentido del Estado. Lo que indigna a doña Elvira Rodríguez es que el mar consuma más agua que Madrid. ¡Pobre Zapatero! Le cae todo. A este ritmo de inundaciones, está claro que no come el turrón en el poder.