AFINSA, Fórum, filatelia, afectado. Nunca la letra efe tuvo tanta presencia mediática. Debíamos instituir un sincero homenaje a la efe y a la Nada. La Nada es la impotencia del ser humano que tanto ocupaba a Franz Kafka. La desolación de Cioran, la náusea de Sartre, el esperpento de nuestro Valle y la Divina Comedia del Dante: un paseo por el infierno. El caso de la efe sirve al ciudadano para conocer determinadas certezas irrebatibles. A saber, 1: Tenemos un secretario de Estado de Comunicación que no comunica a pesar de convocar una rueda de prensa en la que, para tranquilizar a la ciudadanía, afirma que el Estado no posee fondos específicos para los clientes de Afinsa y Fórum. 2: La ministra de Sanidad y Consumo (que vela, por ley, las compañías citadas) no declara, ni calma, ni propone, ni asume ningún tipo de responsabilidad. 3: En España pueden, durante veintiséis años, funcionar empresas que cometen las tropelías que la Audiencia señala en los sumarios. 4: Los estafados, curiosamente, nunca se sintieron estafados porque las empresas en las que habían invertido cumplieron puntualmente con sus compromisos. Por lo tanto, los clientes de Fórum y Afinsa pueden afirmar (con efe) que el sistema legal imperante no los defiende, que el secretario de Comunicación no sabe no contesta (o sea, no comunica nada relevante), que la ministra no existe y que esta situación propia del más genuino Absurdo produce impotencia, desolación, náusea. Que España se define como un esperpento. Y que en el paseo que paseamos los ciudadanos, cual infierno, reina la Nada. Somos un país de efe sobre efe. De fracaso en fracaso hasta el próximo fracaso. Fin.