Mejor sin muertes

JOSÉ MARÍA CALLEJA

OPINIÓN

15 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

AHORA resulta que decir que es una buena noticia que el grupo terrorista ETA lleve dos años tres meses y 19 días sin asesinar, es un argumento falaz. Lo ha dicho mi buen amigo y compañero de fatigas Nicolás Redondo Terreros, ex secretario general de los socialistas vascos. Vamos por partes. ETA no ha asesinado, a pesar de que ha planificado terribles matanzas, gracias a la contundente e informada eficacia policial, que ha detenido a los criminales con las manos en la masa, en el momento justo en que estaban a punto de provocar la masacre. Esta evidente victoria parece mejor noticia que los centenares de atentados en los que los criminales han burlado a la policía y han provocado decenas de muertos. Tampoco es ajena a la ausencia de asesinatos el hecho de que las matanzas provocadas por Al Qaeda hayan dejado menos margen para el terror a otros grupos criminales; que no quieren que se les compare con el terrorismo islamista. En este desprestigio de la muerte en Euskadi hemos influido también los ciudadanos, no muchos, que desde hace años nos afanamos en establecer que las diferencias políticas se ventilan civilizadamente, sin llevarse por delante al contrario, que no puede ser enemigo. Hoy, en Euskadi, hay mucha menos gente dispuesta a apoyar los crímenes y ya no se oye ese espanto de «ETA, mátalos» que antes alfombraba los centenares de manifestaciones que se celebraban en el País Vasco. También ha bajado muy considerablemente el fuelle movilizador de los simpatizantes de ETA. No son, ni de lejos, lo que eran. Tienen fatiga y, algunos, muchas ganas de que esto acabe pronto. Hay más argumentos, pero no hay sitio; queda claro que los asesinables estamos mucho mejor sin asesinatos que con ellos, y esto, me parece, no es un argumento falaz; es una certeza; muy sentida, por cierto. ¿De qué se trata entonces?: pues de impedir que los violentos consigan sin asesinar lo que no lograron cuando mataban a cien al año. Se trata de dejar claro que ETA está siendo derrotada, porque no ha conseguido ni uno sólo de sus objetivos -como tampoco los ha logrado el IRA, por cierto-; que no se puede pagar ningún precio político porque los que asesinan dejen de hacerlo; y que, en el asunto de los presos terroristas, los que tengan delitos de sangre deberán cumplir todos los años de condena, porque lo contrario sería una humillación no sólo para las víctimas, también para todos los demócratas. Por esto es por lo que hay que pelear ahora. Que no haya asesinatos no resuelve todos los problemas de golpe, pero sí arregla el único problema de consecuencias irreversibles para las potenciales víctimas: la muerte. Antes teníamos ofensiva nacionalista y crímenes. Ahora tenemos ofensiva nacionalista, pero sin crímenes. Estamos mejor. Eso pensamos algunos de los asesinables. Nicolás, un abrazo.