Olvidos notorios

| FERNANDO ALCALDE CUESTA |

OPINIÓN

18 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

HACE algunas semanas, sin ocultar el afán de provocar, el señor Juan José R. Calaza acusaba de plagio a Albert Einstein en su artículo Einstein: un genio del plagio (La Voz, 15-03). Días después le respondía el profesor Jorge Mira, quien sostiene que el físico Hendrik Lorentz y el matemático Henri Poincaré son los precursores de la teoría de la relatividad restringida, pero la autoría pertenece a Albert Einstein. Aun así, no se entiende por qué Einstein no citó ni a Lorentz, ni a Poincaré en su célebre artículo Zur Elektrodynamik bewegter Körper (enviado a los Annalen der Physik el 30 de junio de 1905). Parece que el profesor Mira es consciente de ello cuando dedica parte de su artículo a minimizar los logros de ambos. Según su interpretación, la contribución de Poincaré se reduciría a la descripción del grupo de Lorentz y tendría un carácter puramente matemático. Entre 1895 y 1905, Lorentz y Poincaré publican varios trabajos que «arrancan» de la teoría de Maxwell y conducen a la formulación del principio de relatividad. Cuando se nos dice que Poincaré se olía en 1904 que «debía existir una dinámica enteramente nueva, caracterizada por el carácter insuperable de la velocidad de la luz», se nos está dando una versión de los hechos tan incierta como la cita que la acompaña. En realidad, Poincaré afirma: «Quizás deberíamos construir una mecánica nueva, que apenas entrevemos, donde [¿] la velocidad de la luz se convertiría en un límite infranqueable». Sigamos con las publicaciones de Poincaré. El 5 de junio de 1905 presenta la nota Sur la dynamique de l'électron donde «elabora» su propia teoría de la relatividad y «extrae consecuencias» similares a las de Einstein. La equivalencia entre masa y energía -la famosa fórmula E = mc2- aparece implícitamente aquí, aunque la idea es anterior. En un artículo publicado en 1921 en la revista Acta Mathematica, Lorentz escribe: «he podido explicar la independencia del movimiento de la Tierra que las observaciones habían revelado, pero no he establecido el principio de relatividad como rigurosa y universalmente cierto. Al contrario, Poincaré ha probado que las ecuaciones de la electrodinámica son totalmente invariantes y ha formulado el postulado de relatividad, término que ha sido el primero en emplear». Einstein obtuvo el premio Nobel en 1921, pero no por la relatividad, sino por el efecto fotoeléctrico. Parece que la postura de Lorentz -premio Nobel en 1902- no fue ajena a esa prudente omisión. Al final de su vida, Einstein negó haber leído los trabajos de Lorentz y Poincaré posteriores a 1896, aunque varios hechos y testimonios indican lo contrario. Es cierto que su punto de vista no era el mismo de Poincaré y su exposición era más clara y elegante, pero también lo es que, como afirma el físico y ex ministro francés Claude Allègre, «es más fácil ser más claro cuando el descubrimiento ya está hecho». No se duda de su valía científica, sino de su honestidad al apropiarse de ideas de Poincaré. Con todo, lo peor no es esto, sino la mezquindad de unos, el chovinismo y la falta de escrúpulos de otros y la ceguera de muchos a lo largo de un siglo.