IBARRETXE pasó su primera legislatura eclipsado por el pater , sobrenombre ganado a pulso por Xabier Arzalluz debido su afición a los sermones dominicales. Ahora ha sido el Papa quien ha oscurecido informativamente la campaña electoral vasca y el discurso del actual lendakari. Sin embargo, el presidente de los vascos y las vascas ha terminado igual que empezó: prometiendo que el futuro de Euskadi lo decidirán «los que vivimos y trabajamos aquí, hayamos nacido donde hayamos nacido». Es ya un clásico del ibarretxismo el aludir al origen, a la patria, a los apellidos -en su día dijo que le daba igual pedalear al lado de «un Fernández»-. Lo que no le hemos escuchado en esta campaña es qué podrán decidir los que aún tienen que ir a votar con escolta.