Contra los excesos

OPINIÓN

11 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

EL AFÁN por la velocidad está inscrito en la naturaleza humana. Tiene singulares aplicaciones en el desarrollo del tráfico, desde los albores mismos de la automoción. Desde las alarmas de la OMS en 1950, tiene relieve pleno e indiscutible en las cuentas de todos los países como factor desencadenante o coadyuvante de una cifra muy elevada de accidentes, singularmente de los más graves. No extrañe entonces que desde la legítima intervención estatal se trate de disminuir tanto daño causado por el automóvil, que paradójicamente es un instrumento para la progresión de todos. De ahí esta campaña que ahora se anuncia. El usuario debe saber que la velocidad de marcha de su vehículo puede ser anotada desde 383 puntos predeterminados en las carreteras de las provincias gallegas.