El comando

| MANUEL MARLASCA |

OPINIÓN

19 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

IÑAKI Gabilondo lo calificó ayer como el comando más poderoso de ETA: la división de las fuerzas democráticas ante el terrorismo, evidenciada en las reacciones al nauseabundo comunicado de la banda terrorista y su anuncio de una tregua sólo en Cataluña. Pero conviene no olvidar que comunicado, tregua y reacciones son la consecuencia de la traición (dejémonos ya de tibiezas llamando torpeza o deslealtad a lo que tiene un mucho más rotundo y preciso sustantivo) de quien empezó presumiendo de la llamada de felicitación de Ibarretxe en la noche electoral catalana; continuó gritando el Visca Catalunya lliure (lo mismo, por cierto, que los dos valientes (¿) gudaris (¿) encapuchados del comunicado etarra); propició una reunión con familiares de presos etarras; se fue a Perpiñán a dialogar con ETA a espaldas de su presidente de Gobierno, de su partido y del Gobierno de la Nación; anunció su pretensión de convertir en plebiscito de su incalificable recorrido las elecciones del 14 de marzo en Cataluña; exhibió pública, cínica y cómicamente una llave como el símbolo de que la de la gobernabilidad en esa autonomía es suya y de su partido; y acabó mandándole un clarísimo mensaje al president Maragall en la entrevista que le realizaba Gabilondo horas antes de que se conociera el comunicado de ETA: «Maragall es president -dijo Carod- porque así lo ha querido Esquerra»; o lo que es lo mismo: que se ande con cuidado Maragall, porque dejará de ser president en cuanto Esquerra le retire su apoyo. Algunos, en un tono que yo interpreto de reproche, dicen que el comunicado de ETA beneficia electoralmente al PP. Más parece que hay que distraer la atención del tremendo contenido de lo que algunos califican de mensaje-bomba de ETA, a falta ahora de la espesa tinta de calamar del debate sobre si hubo filtración y de quién en la noticia del encuentro Carod-ETA. Pero seamos claros: aquí la gran tajada la ha sacado la banda terrorista para la que, como cualquier grupo extremista, cuanto peor, mejor. Y no deja de ser triste que de todos los actores de este drama, el único que tenía aprendido su papel y sabía el planteamiento, el nudo y el desenlace es precisamente ETA. Todo lo demás o es tinta de calamar o es algo peor.