EL ÚLTIMO Eurobarómetro confirma que una gran mayoría de españoles no estamos de acuerdo con lo que ocurre en Irak. Justamente cuando el ministro Trillo ha dado por hecho que el próximo 15 de diciembre la brigada Plus Ultra saldrá de Diwaniya... pero será reemplazada por otras tropas de nuestro país. Más útil para nuestros intereses generales, más positivo para la seguridad de nuestros soldados sería que dijéramos adiós, definitivamente, a los territorios iraquíes. José María Aznar ya no tiene justificación alguna, que no la tuvo nunca, para defender que la Plus Ultra realiza labores humanitarias o algo semejante. Más bien, los soldados españoles hacen de policía antiterrorista -tan del gusto del Presidente-, pendientes de que el terrorismo llegue a ellos. De momento han visto sólo unos tiros sueltos, que se ha asegurado procedían de delincuentes. Será verdad, pero la historia reciente de Irak se ha construído sobre tantas mentiras que no podemos dejar de suponer que estamos ante otra más. Bagdad, Faluya y otras poblaciones del Norte padecen lo que Raúl del Pozo ha bautizado con ingenio como irakifada . El caos no está atado por las patas a un espacio concreto, y en cualquier momento puede llegar a Diwaniya y a otros muchos territorios iraquíes. Es el momento de abandonar, algo que nos ayudaría a congraciarnos con numerosos países árabes y no pocos europeos, y EE.UU. no podría quejarse de los servicios prestados por España hasta ahora a su causa. La Casa Blanca, por razones electorales o de cualquier otro tipo, puede generar un cambio profundo en su política con relación a Irak, y encontrarnos otra vez al rebufo de lo que haga Bush. Por otra parte, desde el punto de vista de la política interior, Aznar daría una buena arma electoral a Rajoy y satisfacción a muchos españoles. Que si Bono ha aconsejado al PSOE que mire a su electorado de derecha, el PP está necesitado de no seguir dándole la espalda a sus votantes de centro.