BOB DYLAN, el rey del folk-rock, el hombre que sabía, a principios de los sesenta, que los tiempos estaban cambiando y que la respuesta estaba en el viento, se ha convencido de su propia relevancia y ha respaldado dos películas sobre su vida. La primera, dentro del género documental, corre a cargo del mago Martin Scorsese, del que recientemente pudimos ver Gangs of New York . Es una composición con una larga entrevista al cantautor aderezada con material televisivo y grabaciones inéditas. El estreno se espera para el año próximo. El segundo proyecto lo dirige Todd Haynes (el de Velvet Goldmine ) y es una película de ficción, con siete actores encarnando a Bob Dylan en distintas etapas de su vida. El título lo dice todo: «No estoy ahí: Suposiciones en un filme acerca de Dylan». Una aproximación a las múltiples facetas de este irónico y sin embargo lírico poeta-cantante. Antes de que lleguen ambas películas podremos verlo como un viejo roquero encarcelado en Masked and Anonymous de Larry Charles (película en la que previsiblemente nos decepcionará una vez más Penélope Cruz). El viejo rebelde se ha decidido a hablar de sí mismo y a dejarnos verlo cómo es y cómo fue. Es de agradecer.