RECUERDAN al tipo grandote que fue el único que le chilló a Bush en los Oscar. Es Michael Moore, el director de Bowling for Colombine. El premio se lo dieron por ese documental. No dejen de verlo. Ojo, no es una película. Son dos horas muy exhaustivas sobre las armas en Estados Unidos, en plan Informe Semanal. Baaang, el sonido del poder. Las imágenes son de las que sobrecogen. Cuenta la matanza del instituto de Colombine (quince muertos). También narra cómo un niño de seis años mató a una compañera de la misma edad en un colegio de Primaria. Explica el funcionamiento de la Asociación Nacional del Rifle, cuyo matón jefe es Charlton Heston. Estados Unidos es el país de las armas. La promoción que regala un banco por abrir una cuenta es un rifle. ¿No es peligroso regalar armas en un banco?, bromea Moore. El arma de destrucción masiva es la destrucción más IVA del dinero que pagas por llevarte una pistola a casa. Tengo una pistola debajo de la almohada porque no necesito intermediarios para defender a mi familia, razona una chica. La sociedad genera el miedo (los periodistas lo amplifican) para que la industria de las balas no deje de vender. Es el negocio de la pólvora, mundo de locos. cesar.casal@lavoz.es