Una buena noticia

OPINIÓN

02 abr 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

EN MEDIO de tanto desastre, resulta reconfortante saber que sigue habiendo personas que se toman en serio eso de la dignidad humana y de los derechos humanos, que no se quedan en simples discursos y bonitas declaraciones, sino que empeñan su vida en hacerlos realidad en los más vulnerables. Las Hermanas Hospitalarias acaban de recoger en la ciudad suiza que le da nombre el Premio Ginebra para los Derechos Humanos en Psiquiatría 2002, concedido por la Fundación del mismo nombre. Este premio se otorga con carácter bianual a personas u organizaciones que hayan alcanzado logros destacados en el campo de la igualdad, humanidad o excelencia en el cuidado psiquiátrico, reduciendo la ignorancia o la discriminación contra los pacientes psiquiátricos y promoviendo la aplicación de los derechos humanos en la ética psiquiátrica. Las Hermanas Hospitalarias son una congregación fundada en Ciempozuelos (Madrid) en 1881 por Benito Menni, sacerdote italiano de la Orden de San Juan de Dios, junto con las españolas María Josefa Recio y María Angustias Giménez. Desde su origen ha estado dedicada a la atención de los enfermos mentales y las personas con discapacidad física y psíquica. Se han destacado por su labor a favor de la humanización de la asistencia psiquiátrica, adaptándose a los diferentes entornos geográficos y culturales, primando siempre la actuación hacia los más desfavorecidos y marginados. Ha sido pionera a la hora de incorporar a la mujer al mundo de la salud mental, tanto a la práctica psiquiátrica como a la recepción de cuidados, en unos tiempos en los que la marginación de género restringía el acceso de la mujer a los cuidados de salud especializados. A la vez que mantiene su identidad como institución católica, su actuación no establece límites geográficos, ni culturales, ni religiosos, ni de ningún otro tipo.Conscientes de la marginación y el estigma que ha acompañado secularmente a estos enfermos, hay que contribuir a la construcción de un espacio social favorable, promoviendo acciones informativas y de impacto social en orden a lograr cambios de actitud hacia la enfermedad mental y la discapacidad. Hoy día, estas religiosas están presentes en 25 países de Europa, América, África y Asia; en Galicia, desde 1923 regentan un Centro de Educación Especial en Betanzos (A Coruña). Sin duda, una buena noticia, una buena manera de comenzar el día, que nos anima a seguir creyendo en el ser humano.