03 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

NO HAY un déficit de medios contra la contaminación en España, dice nuestro primer ministro, Aznar. Es una pena tener hijos de nueve años y dejarlos en casa estas tardes aprendiendo la vida y el país por los telediarios. Las escuelas deberían estar estos días en las playas y en los malecones: los niños verán allí qué es eso de la patria y comprenderán, sin tener que preguntar, de quién es este mar del que tantos vivimos. La patria es la tierra de los padres, los padres son esos marineros y esas mariscadoras que limpian su país con los escasos medios que obtienen con el ingenio y el oficio; el mar es de estos pescadores que lo están lavando con las manos, medios de cinco dedos de los que por fortuna aún no hay un déficit insalvable en Galicia. Las banderas que el domingo ondearon a cientos en Santiago ganarían honra haciéndose trapos para limpiar estas manos negras. «No hay dignidad sobre la tierra como el cansancio sin pagar», dice Antonio Gamoneda, poeta asturiano y leonés. Ni sobre el mar.