Adiós a Manuel Bugallo, un librero de los de toda la vida

La Voz REDACCIÓN / OURENSE

OBITUARIOS

Miguel Villar

El que fuera uno de los responsables de Tanco en su última etapa falleció en Ourense

10 ene 2022 . Actualizado a las 19:58 h.

La librería Tanco es uno de esos lugares que se acaban convirtiendo en uno de los iconos de la memoria colectiva del lugar donde se asientan. En este caso en Ourense. Tanco fue una librería, una imprenta y mucho más. Junto a los miles de libros que estaban a la vista, en Tanco también se podían conseguir aquellos ejemplares que «no existían», los libros que el régimen del Franco quería que nadie leyese y cuya impresión, no digamos ya comercialización, estaba prohibida en los tiempos grises de la censura y la moral nacionalcatolicista. No fueron años fáciles, de hecho algún que otro problema trajo consigo la inquina del poder de la época de la dictadura, y a la librería quedaron vinculados para siempre nombres como los de Antón Tovar, mítico en la mesa camilla con sus libros y sus pitillos. 

Cuando aún no se vislumbra el final del túnel comenzó a desempeñarse entre aquellas estanterías del local de la calle del Paseo Manuel Bugallo Pereira (Santabaia de Anfeoz, 1942 - Ourense, 2022), que este lunes fallecía en la ciudad. Corría el año 1968 cuando comenzó a trabajar en Tanco y allí acudía religiosamente, al Paseo, hasta que en 1997 los propietarios decidieron echar el cierre. Una situación crítica que se saldó con el paso adelante de las tres personas que apostaron por mantener vivo el espíritu de la librería: Manuel Bugallo, Ramón Martínez y Pilar Viso. Y allá se fueron, con sus estanterías y sus millares de libros, al nuevo local de la calle Cardenal Quevedo, donde mantuvieron vivo, y aún sigue latiendo, el espíritu de Tanco. 

Manuel Bugallo Pereira era un librero de los de toda la vida, de aquellos que tenía el mapa de su territorio en la cabeza y sabía, con precisión milimétrica, dónde estaba el libro que buscaba el cliente, cuál era el título -si el demandante solo aportaba algún dato impreciso- o si estaba agotado o en fase de reposición. Y, como no, nadie podía aconsejar y recomendar lecturas mejor que Manolo Bugallo. Fiel a ese territorio en el que fue imbatible, seguía acudiendo a Tanco a pesar de estar jubilado para charlar y pasar el rato con los compañeros en la librería. Este lunes no lo hizo.