El lado oculto de las exportaciones

Juan Francisco Alonso LONDRES

MERCADOS

Chris J Ratcliffe | REUTERS

En el 2022 la economía británica terminó en el cuarto lugar entre los países que más productos y servicios venden mundialmente, según cifras de la ONU

26 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 A semanas de conmemorarse el octavo aniversario del referendo del brexit, sus defensores han recibido una buena noticia: las ventas de productos y servicios británicos al exterior han crecido, y en el 2022 el país se convirtió en el cuarto exportador mundial. Sin embargo, hay quienes advierten que esto no necesariamente señal de solidez de la economía.

Un informe de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), publicado el pasado abril, arrojó que en el 2022 el Reino Unido vendió fuera de sus fronteras 808.000 millones de libras (939.000 millones de euros) en bienes, lo cual lo colocó por delante de Países Bajos, de Francia e incluso de Japón y solo por detrás de China, de Estados Unidos y de Alemania.

«El brexit es una estrategia para las próximas décadas. Solo llevamos cuatro años (desde que se materializó la salida de la Unión Europea) y va bien», afirmó la ministra de Comercio, Kemi Badenoch, una brexitera convencida. «Dijeron que nuestras exportaciones colapsarían y están aumentando. Dijeron que nuestra industria manufacturera quedaría hecha añicos, pero está creciendo más que la de Alemania, de Francia o la de los EE.UU.», agregó la funcionaria. El inicio de una nueva «era dorada» para el comercio, la cual permitiría a las empresas británicas abrirse nuevos mercados en el mundo fue, junto a la inmigración, una de las razones más mencionadas por los defensores del brexit para impulsar el divorcio de la UE.

Hasta ahora, el Reino Unido ha firmado tratados de libre comercio con 72 países, según Badenoch.

No todo lo que brilla es oro

Los datos de la Unctad muestran que las exportaciones británicas aumentan y que los efectos negativos de la salida del mercado único y de la pandemia han sido superados. En el 2020, año que comenzó la salida formal del Reino Unido del club comunitario, las ventas británicas al exterior totalizaron 625.000 millones de libras (726.000 millones de euros) frente a los 707.000 millones (821.000 millones) del 2019, según cifras oficiales. Sin embargo, desde entonces no han parado de creer y, por ello, el país pasó de ser el séptimo exportador mundial en el 2021 al cuarto doce meses después.

No obstante, expertos como los profesores de Economía, Amó Algarhi y Konstantinos Lagos alertan que los números anteriores no muestran una fotografía fidedigna de lo que está pasando.

«Observar únicamente las cifras de exportaciones puede resultar engañoso para medir la competitividad económica de un país. Esto se debe a que las exportaciones totales informan del valor de los productos, incluidos los costos de todo lo necesario para fabricarlos, pero no toman en cuenta que parte de esos productos —piezas y mano de obra— son importados», explicaron en un artículo los catedráticos de la Universidad de Sheffield Hallam.

Los expertos pusieron como ejemplo al emblemático coche Mini, cuyas unidades son ensambladas en factorías en las islas británicas, pero buena parte de sus componentes (60 % en algunos casos) proceden de otros países.

«El valor de los insumos intermedios importados (los elementos que el Reino Unido compra para producir sus productos terminados) aumentó en el 2022 un 4,8 % procedentes de países de la UE, y 11,9 % desde países no miembros del arco comunitario. Ambas cifras indican la creciente dependencia del Reino Unido de los bienes importados», apuntaron. Y advirtieron que esta situación puede agravar el déficit comercial, en especial si la libra sigue cotizándose por encima del dólar o el euro.