¿Inversión alternativa? Compre LEGO
MERCADOS
Sí, sí, han leído bien. LEGO. Para jóvenes y no tan jóvenes cuatro letras que cuando uno las pronuncia inevitablemente le viene a la cabeza recuerdos de esas tardes cuando la televisión no tenía color y si la lluvia no te permitía jugar al fútbol, al rescate o ir a montar en bici, muchos niños se entretenían (entre los que me incluyo) apilando piezas de LEGO, siguiendo meticulosamente las instrucciones del fabricante.
Consideramos tradicionalmente el oro, las joyas, el arte, el vino o las antigüedades como las mejores inversiones alternativas a largo plazo, pero un estudio reciente pone un poco patas arriba todas nuestras creencias en materia de ahorro y presenta una alternativa única, distinta, y mucho más interesante.
Para los menos familiarizados con la compañía, LEGO es una empresa danesa cuyo nombre es el acrónimo en danés de las palabras leg godt y que podríamos traducir como jugar bien. Fundada a mediados de los años treinta, era una empresa dedicada inicialmente a fabricar juguetes de madera y que, tras varios problemas en la producción y más de un incendio de sus instalaciones, comenzó a utilizar plástico para fabricar sus juguetes. La pieza más icónica es un simple ladrillo absolutamente reconocible para todo el mundo. La historia de la compañía ha tenido muchos altibajos financieros y las cosas no siempre les han ido bien. Por un lado, porque perdieron la patente del diseño de los ladrillos, lo que permitió que otras compañías jugueteras lanzaran colecciones casi iguales e, incluso, compatibles con los ladrillos originales a precios mucho más baratos; y, por otro, porque con el paso de los años, no supieron entender bien los cambios en los gustos de las nuevas generaciones, que ya no solo querían amontonar ladrillos, sino algo más.
Lo cierto es que durante los últimos años la compañía ha cambiado mucho de estrategia y, además de las líneas tradicionales, ha lanzado colecciones exclusivas de diseños propios y juguetes que contienen personajes de películas de ciencia ficción y series legendarias, además de producir películas de animación y, por supuesto, aplicaciones para móviles. Una táctica comercial de la compañía, en paralelo a la producción masiva de muchos de sus juguetes, ha sido fabricar series tematizadas, modelos exclusivos e, incluso, unidades limitadas de una serie de modelos exclusivos que transcurrido el tiempo dejan de producir, de modo que la única manera de hacerse con ellos es en el mercado secundario.
Escribo sobre todo esto porque, hace unas semanas, cayó en mis manos un estudio de hace un par de años en el que dos economistas habían analizado la evolución precisamente de los precios de mercado de los sets de LEGO. Por lo llamativo del título y que en la sinopsis mostraba rentabilidades que dejan atrás a otro tipo de inversiones alternativas más tradicionales, merecía una lectura pormenorizada y una reflexión.
El estudio recoge algunos de los motivos por los cuales los inversores llegan a pagar mucho dinero por determinados sets de LEGO. Como en el mundo del arte, el número de unidades disponibles es limitado y el mercado secundario muy estrecho porque en general siempre hay más demanda que oferta, con una legión creciente de fans nostálgicos que valoran mucho los sets antiguos o de determinadas colecciones. El mercado de segunda mano es, para mi sorpresa, francamente profundo con miles de transacciones al mes en todo el mundo, a través de las habituales plataformas de compra-venta y subastas online, y existen páginas web especializadas en recoger información de los precios en las que se puede ver cómo se han llegado a pagar auténticas barbaridades.
Para su estudio, los autores analizaron los precios de más de 2.300 juegos desde mediados de los años ochenta hasta el 2015 y de entre todas las conclusiones me quedo con las más relevantes. Los juguetes más pequeños y los más grandes son los que tienen una mayor revalorización, y de entre los cientos de colecciones los sets que pertenecen a edificios representativos, series exclusivas, basados en alguna película de ficción o saga literaria son los que más se han revalorizado. Esto es porque los juguetes más pequeños suelen contener piezas exclusivas y miniaturas o personajes poco frecuentes, mientras que los grandes o muy grandes gozan de especial éxito entre los coleccionistas.
Técnicamente la manera en la que se calcula este índice no difiere mucho de cómo se construyen la mayor parte de los índices bursátiles, teniendo en cuenta que todos los años entran y salen acciones de los índices y que, en algunos casos, algunas compañías dejan de formar parte de los selectivos porque son adquiridas o se fusionan con otras o simplemente desaparecen.
Con toda la información resulta que durante el período de análisis (desde 1987 hasta el 2015), la revalorización media del LEGO Index ha sido de nada menos que un 11 % anual, es decir, muy superior a muchos otros tipos de coleccionismo o incluso a activos tradicionales teniendo en cuenta, además, que estos retornos no están expuestos a los factores tradicionales del mercado. En comparación con índices bursátiles tradicionales, durante el período de análisis presenta rentabilidades iguales o superiores al S&P500, al NYSE y muy parecidas al Nasdaq, pero un comportamiento mucho mejor en términos de riesgo. La serie de rendimientos tiene mucha volatilidad, pero en períodos de caídas (que las tiene) son pequeñas en relación con las etapas de subidas y especialmente inmune a los crash bursátiles.
Qué duda cabe que, como todo objeto de colección, lo limitado de la oferta es uno de los factores principales de su precio y este puede variar dramáticamente en función de si ha sido abierto o no. Además, se trata de una inversión de medio y largo plazo porque mientras haya juguetes en las estanterías el precio del mercado de segunda mano no refleja el valor intrínseco.
Así que antes de que empiece a preguntarse si tiene alguna caja de LEGO guardada en casa de sus padres y que podría ser un tesoro, recuerde que, como en cualquier mercado ilíquido, hay mucha diferencia entre la rentabilidad de unos y otros activos y, además, los precios no suelen empezar a aumentar hasta dos o tres años después de que un set haya sido retirado. Por otro lado, si lo que se plantea es invertir, hace falta entender bien el mercado para apostar por aquello que pueda valer mucho más algún día.
Siempre que hablamos de inversiones, hablamos de dineros. Acciones, bonos o activos más alternativos como LEGO … son mercados para especialistas y hace falta entender bien los riesgos en lo que uno está invirtiendo. Cuando el dinero fluye y todo va bien no es difícil hacer dinero. Los problemas surgen cuando hay shocks externos o cambian las dinámicas del mercado.
Yo, particularmente, sigo prefiriendo lo tradicional dentro de las inversiones alternativas. Hasta ahora diversificar ha sido invertir en arte, joyas o vino que compramos con la esperanza de que algún día valga más… lo cierto es que la sociedad evoluciona, cambian los gustos y las preferencias y, por supuesto, la manera de invertir también… Hoy hemos hablado de LEGO… mañana hablaremos de NFT (Non Fungible Token), que son una nueva especie de propiedad digital caracterizada por ser única y vinculada a la tecnología blockchain, que tendremos tiempo de comentar escribiendo ríos de tinta … digital.