Desde los 12 años, Jéssica Rial (A Pobra do Caramiñal, 1993) practica atletismo de competición. Fue su entrenador el que le recomendó que estudiase Ciencias da Actividade Física e do Deporte en la Universidade da Coruña. Hoy, una vez graduada, está en etapa de tesis.
-¿Cómo se toma la decisión de empezar el doctorado?
-Tenía claro que me gustaba mucho la docencia, pero no tenía claro si me gustaría trabajar en un instituto, prefería la opción de seguir investigando y dar clase. Y eso me lo da ser personal docente e investigador de la universidad.
-¿Sobre qué investiga?
-Mi director quería iniciar una nueva línea de investigación sobre la relación entre la fuerza y velocidad muscular a través de diferentes ejercicios, intensidades, configuraciones de la serie del entrenamiento de fuerza.
-A veces parece que hay cierto desconocimiento sobre la importancia de estos estudios.
-Es cierto. Por ejemplo, quien es profesor de educación física es como si tuviera una materia más fácil. Yo creo que tiene que ser una profesión muy vocacional, porque tienes una responsabilidad muy grande en crear un hábito en los niños. Educación Física no es solo poner a los niños a correr o a jugar al fútbol. En el IES Félix Muriel (Rianxo), cuando hice prácticas, si se caían aprendían a hacerse curas, aprendían orientación en el bosque, a comer mejor...
-Así que es muy amplia.
-Sí. Los graduados pueden trabajar al lado de un médico, de un fisioterapeuta, de un psicólogo... Por ejemplo, en mi grupo somos técnicos ayudantes de pruebas de esfuerzo con un médico.