Invertir en sus propios proyectos, en los de otros y apoyar las nuevas ideas. Así se podría definir en pocas palabras el día a día de Lalo García Torres (Ourense, 1974). Este ingeniero industrial se ha movido en su carrera entre extremos: las comunicaciones, la pizarra y las startups. «Trabajaba en Comunitel y conocí a una persona que venía de EE. UU. y me habló del modelo Y-Combinator (la gran incubadora de startups del mundo). Decidimos aplicarlo en Galicia». Así nació Knowledge Investors. «Llegamos pronto y tuvimos que pivotar el modelo a una consultora de innovación. No era el momento. En 2016 retomé el proyecto, tratando de aportar mentorización y capacidad de inversión a las startups. Lanzamos dos programas de aceleración, un programa generalista con Conector Accelerator y un vertical fintech. Entendiendo que era el momento de las aceleradoras corporativas montamos el programa de aceleración de Abanca».
Con el ecosistema creado, llegó Bitoceans Research. Seis años de una compañía de productos y soluciones antifraude por falsificación de documentos impresos. «Después decidí que, además de invertir en proyectos, quería lanzar el mío. Un clon de un modelo que crecía también en EE. UU., un marketplace freelance». Una plataforma que se llama Lancetalent, un lugar donde encontrar a profesionales que trabajan por libre. De esta forma, Lalo está a día de hoy involucrado en 20 startups diferentes. Xercode es una de ellas, una plataforma en la nube, una biblioteca electrónica. «Participaron en uno de nuestros programas de formación y decidimos apostar».
Sus planes son tantos, que ni siquiera puede elegir entre crear un proyecto propio o ser un inversor en el de otros. «No deja de ser emprendimiento, ¿no?». Ahora mismo, una de sus tareas está en HubIn, Hub de Innovación en Galicia. «Es un proyecto que va a permitir ordenar a los actores gallegos que ya forman parte del emprendimiento digital. Estamos mejor que nunca, pero otros ecosistemas crecen más rápido».