«Cuando comenzamos con la idea del juego, sabíamos que tendríamos que crecer»

Paloma Ferro
Paloma Ferro REDACCIÓN / LA VOZ

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ANGEL MANSO

19 ago 2018 . Actualizado a las 04:45 h.

La semana que viene en la Gamescom, la mayor feria europea del mundo del videojuego, Galicia tendrá su hueco en el espacio de producción española. Allí, Gato Salvaje desvelará más detalles de The Waylanders, el nuevo proyecto de este estudio coruñés de videojuegos que lleva ocho años creciendo y haciendo crecer el sector en las tierras de Breogán.

The Waylanders es un juego de rol empapado de la mitología y las leyendas gallegas. No llega al nivel de un triple A (como se conoce en la industria a las grandes producciones), pero tampoco es un indie al uso. Con 40 profesionales implicados y casi dos millones de euros de presupuesto, marca un antes y un después en la línea de trabajo de la empresa. «Cuando comenzamos con la idea del juego a finales del 2015 sabíamos que tendríamos que crecer, crecer para sobrevivir», explica Fernando Prieto, productor ejecutivo de Gato Salvaje.

Basándose en los estudios sobre la facturación del sector y viendo la saturación de juegos de bajo precio en el mercado, decidieron apostar por un producto que se moviera en la franja de los 30 a los 60 euros para el consumidor final.

«Es un proyecto ambicioso para Galicia» asegura Prieto, destacando además que uno de los objetivos es que se convierta en un «tractor del sector, germen de más empresas de esta industria». Las firmas de videojuegos gallegas solo representan el 2,1 % del total nacional.

Más ambición implicaba más personal. El estudio nació inicialmente con dos socios. Con el paso del tiempo, fueron sumando trabajadores, pero sin superar la decena. Para The Waylanders necesitaban multiplicar la plantilla y no encontraban en Galicia los perfiles que demandaban. En lugar de traerlos de fuera de la comunidad, decidieron crearlos aquí. Propusieron al Concello de A Coruña impartir cursos de formación para mejorar la empleabilidad.

De 63 estudiantes contrataron a 24. Todos ellos estaban en el paro en ese momento. Y aunque tenían formaciones de base relacionadas, como Informática o Bellas Artes, eran neófitos en la industria.

La envergadura del proyecto ha dado esperanza a muchos profesionales gallegos, que en su momento tuvieron que marcharse por falta de trabajo y ahora, según Fernando Prieto, «nos contactan porque ven la oportunidad de volver a Galicia». Los estudios muestran que por cada persona contratada en la industria se generan tres empleos. Para que el talento gallego se quede en la tierra, en su opinión «las administraciones deberían apostar por los sectores en los que se crea empleo joven». Y quien dice apostar, dice suavizar la cuesta económica.

The Waylanders ha recibido financiación de la Xunta, pero ha salido adelante fundamentalmente con dinero privado. Y casi sin subvenciones, que según datos de la empresa, no llegan al 5 % del total del proyecto. «Ha sido muy duro», explica el productor de Gato Salvaje, «porque hemos tenido que llamar a las puertas de las administraciones con el cuchillo entre los dientes». Todavía esperan una respuesta de la Consellería de Cultura, que «se sigue pensando si los videojuegos son o no cultura», lamenta Prieto, y han tenido problemas con otra administración «que se comprometió y que ahora nos pone pegas». Su diagnóstico es cristalino: «En España todavía se ve el sector de manera frívola, como algo para niños. A algunas administraciones les falta visión».

«The Waylanders» ha contado con dos millones de presupuesto y unos 40 profesionales implicados

El equipo de Gato Salvaje ha realizado ya algunas presentaciones de «The Waylanders». | ángel manso