La última reforma tributaria no compensa las subidas del inicio de la legislatura. En tres años, los contribuyentes aportaron 23.259 millones más; ahora recuperarán 6.150
16 ago 2015 . Actualizado a las 13:56 h.«Ha llegado el momento de bajar los impuestos», sentenció, rotundo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando presentó en julio del año pasado las líneas maestras de la reforma fiscal. Desde entonces, todos los altos cargos del Gobierno han insistido en un mensaje unánime: «Toca devolver a los españoles el esfuerzo realizado». Y lo cierto es que en este 2015, por primera vez en los últimos seis años, se aliviará la presión fiscal sobre los contribuyentes gracias, fundamentalmente, a la rebaja de tipos en el IRPF, que viene acompañada de otra bajada para las empresas en el impuesto de sociedades.
Pero tampoco es menos cierto que esa reducción en la factura fiscal no compensa, ni de lejos, la subida de impuestos en los primeros años de la legislatura. Solo entre el 2012 y el 2013, se aplicaron una treintena de alzas fiscales para tratar de contener un déficit desbocado y poner orden en las cuentas públicas. Aunque el incremento en el IRPF, bautizado eufemísticamente como «recargo temporal de solidaridad» fue la medida más (im)popular, por aquello de que se visualizaba todos los meses en la nómina, hubo también incrementos en sociedades, en el IVA y se crearon una docena de nuevas figuras tributarias, principalmente en el sector eléctrico, aunque también se impuso una retención del 20 % a los premios de lotería que superen los 2.500 euros.
Alzas que se tradujeron en un incremento de la factura fiscal en 23.134 millones de euros en los dos primeros años de la legislatura, según los cálculos del impacto de los cambios normativos realizados por la Agencia Tributaria en el último informe de recaudación, correspondiente al 2014. Cantidad a la que hay que sumar una subida adicional, de 125 millones, en el último ejercicio, «un año de transición».
De esa subida total, de 23.259 millones en solo tres años, la parte del león corresponde al impuesto sobre el valor añadido, después de que en septiembre del 2012 se incrementase el tipo general del 18 al 21 % y se gravasen con este productos y servicios que antes se beneficiaban de los tipos reducidos. Solo entre el 2012 y el 2013, el incremento del IVA aportó 9.555 millones extra de recaudación, más otros 223 el año pasado, por los cambios en el tipo sobre vivienda (pasó del 4 al 10 %).
Por su parte, el gravamen complementario del IRPF y otros cambios en el impuesto de la renta, como la desaparición de la deducción por compra de vivienda para las operaciones firmadas desde el 1 de enero del 2013 o la retención en los premios de lotería se tradujo en una inyección para el erario (o un roto para el bolsillo del contribuyente, según cómo se mire) de más de seis mil millones en los últimos tres años. Más del doble del impacto por las subidas en el impuesto de sociedades, que aportaron 2.900 millones más.
Una rebaja acelerada
La reforma fiscal que entró en vigor el pasado 1 de enero, y a la que el Gobierno le ha dado un acelerón en plena carrera preelectoral, anticipando la segunda rebaja en el tramo estatal del IRPF, prevista para el próximo año, viene a compensar parcialmente esa subida de impuestos en el primer tramo de la legislatura. Según los cálculos del propio Ejecutivo, recogidos en la actualización del plan de estabilidad remitido en abril a las autoridades comunitarias, las principales medidas de esa reforma supondrán una reducción de la factura fiscal en 6.150 millones en dos años. Y es que si bien los cambios en IRPF y sociedades se traducirán en una rebaja de más de 7.200 millones, hay otros cambios que matizan esa bajada, como la subida en los tipos de IVA a ciertos productos sanitarios (que aportará 305 millones más) o la subida de impuestos indirectos y medioambientales, como el nuevo tributo sobre gases fluorados (144 millones).
En total, los impuestos habrán subido en esta legislatura en algo más de 17.000 millones de euros, a razón de unos 368 euros de media por cada español. Y ello incluyendo dentro de este saldo neto medidas que, aunque ya se han aprobado, no entrarán en vigor hasta el 2016, cuando ya se haya iniciado el siguiente mandato. Ese para el que el ministro de Hacienda ya ha prometido, en caso de revalidar el Gobierno, una nueva bajada de impuestos que, de momento, no se recoge en los Presupuestos para el próximo año.
El recargo en el impuesto de la renta instaurado en el 2012 aportó más de 4.907 millones en solo dos años
El IVA es el impuesto que más ha subido en esta legislatura, y el único de los grandes que no se rebaja