El «panettone» de Vilalba se dispara

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

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La empresa Dispravia duplicará este año la producción tras el éxito de la pasada campaña navideña

06 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El panettone de Vilalba crece como la espuma. Una empresa con sede en el polígono de la capital chairega, Dispravia, va camino de convertirse en una marca con presencia cada vez mayor en el mercado, hasta el punto de que las perspectivas de fabricación para este año, como se detalla en esta misma página, apuntan al doble de piezas que en el pasado ejercicio.

La estancia de la empresa en la edición de este año del Salón de Gourmets, que se celebró en Madrid a finales de abril, ha servido para afianzar la consolidación del producto y para reforzar su difusión. El responsable de la firma, Tino Graña, subraya que la perspectiva de duplicar la producción resulta muy interesante teniendo en cuenta el relativamente corto plazo en que se vende este dulce.

Los productos navideños, entre los cuales está el panettone, suelen tener una presencia en el mercado de unos pocos meses, por más que se haya adelantado su llegada en los últimos años. Por ello, recalca Graña, adquiere más valor la posibilidad de aumentar la producción. La gran mayoría de lo que se produce, en torno al 90%, se distribuye en el mercado nacional, fruto del acuerdo de Dispravia con varias cadenas de supermercados.

En la estancia en el Salón de Gourmets, relata Graña, el panettone elaborado en Vilalba pasó pruebas en paladares que pueden considerarse experimentados. Un distribuidor de productos de alimentación de Turín, comentó, tras haberlo probado, que parecía fabricado en Italia. Una expresión así, admite el responsable de Dispravia, produce «moita satisfacción».

La clave, explica, está «fundamentalmente na materia prima». Por un lado, la mantequilla que se emplea permite lograr un sabor y un aroma considerados satisfactorios; por otro, los huevos son de Galicia, con una calidad del gusto de la empresa. A eso se añade que por las características del sistema de venta, centrado mayoritariamente en España, el producto llega siempre fresco al mercado.

Una de las ventajas que encuentra una empresa como esta al abrir nuevos mercados para el producto es que no parece haber otras firmas que se dediquen a esta misma actividad en unas proporciones similares, como manifiesta Graña. Por otro lado, la perspectiva de crecimiento contrasta con la decisión con la que se inició su fabricación: la empresa, que elabora roscón de Vilalba y otros dulces en el polígono de Sete Pontes, comenzó la elaboración a petición de un cliente que no podía atender todas sus necesidades porque no le llegaban de Italia todos los pedidos efectuados. Graña reconoce que no se esperaba un éxito tan inmediato.

Las consecuencias ya han llegado: a finales del año pasado, para atender toda la demanda, en la empresa se implantó un tercer turno de trabajo; por otra parte, se han ampliado las instalaciones para mantener el ritmo de producción. La expansión iniciada continuará, pero con prudencia: «Queremos cumprir os compromisos sabendo o que damos feito», dice Graña.