Con todo el derecho de su parte

Benigno Lázare LUGO/LA VOZ.

SARRIA

En la familia de este abogado no había antecedentes en la profesión, pero sí tiene consecuente en la persona de su hijo, que se incorporó al despacho hace dos años

28 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Aunque ahora no lo parezcan, Jesús García bernardo reconoce que en su juventud fue «algo revoltoso», y su hijo Pedro admite abiertamente que tuvo «una juventud rebelde» que lo llevó a iniciar los estudios universitarios a la edad de 21 años. Pero esa actitud les sirvió a ambos en su profesión. El padre atribuye a esa circunstancia haberse decantado por el derecho, porque en su época la profesión de moda entre los sarrianos era la medicina. «En la Facultad de Derecho de Santiago coincidimos cuatro sarrianos: dos no acabaron, otro es funcionario y yo soy el único que me dedico a esto», dice.

A Pedro, como a los toros cuando se detienen y escarban con la pata antes de embestir, la etapa de rebeldía le sirvió para coger impulso y acabar derecho como segundo de su promoción, y más recientemente, primero y premio extraordinario en administración de empresas. Esta segunda carrera determinó la faceta del derecho a la que se dedica. «Como abogado aún tengo poco recorrido profesional, pero la doble titulación me sirvió para la faceta mercantil».

Reconoce que su punto débil son los escritos porque no los redacta bien. Pero para eso está el padre, que los corrige las veces que haga falta y con la precisión de un experto en el derecho procesal. «Un pequeño detalle o una expresión incorrecta te puede hacer perder un pleito», admite Pedro García López. De joven su mente no estaba en ese mundo, pero a su familiarización con la terminología jurídica también contribuyó su madre, Victoria Eugenia López, procuradora y graduada social, además de política.

Hoy García Bernardo dirige un despacho en el que, además de ellos, trabajan otros dos abogados y personal administrativo. «Ese abogado de antes que tenía que saber de todo y defender asuntos de todo tipo ya no es posible, porque esta profesión también cambió mucho y es necesaria la especialización. Ahora o bien trabajas solo pero especializado en una faceta concreta, o tienes que hacerlo en un despacho compartido con compañeros en el que cada uno tenga su especialidad», asegura.

A pesar de ser una población pequeña, Jesús dice que en Sarria siempre hubo abogados y despachos de prestigio que trabajaron mucho fuera. Él se bregó en el bufete de Díaz Fuentes, al que considera su maestro. «Fueron unos años magníficos porque, además, coincidieron con su época álgida en la política». Está en la profesión desde 1983 y recomienda a los principiantes que, a poder ser, empiecen en despachos que tengan mucha actividad.