Mueren dos hermanos de 92 y 90 años por un posible escape de gas

Tania Taboada

RÁBADE

Tania Taboada

Unos de los mandos de la cocina estaba abierto, y la bombona, vacía

18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

José y Carmen González Argandoña, dos hermanos de 92 y 90 años, respectivamente, fueron encontrados muertos a primera hora de la tarde de ayer en el piso en el que vivían. Ambos residían en la primera planta del número 12 de la calle Ángel López Pérez, en el municipio lucense de Rábade. El edificio cuenta con tres pisos y solo el primero y el tercero estaban habitados. Fue precisamente el vecino del tercero el que alertó al único sobrino de los nonagenarios, también residente en Rábade, de que llevaba unos días sin ver a sus tíos ni escuchar ruidos en el piso.

José Pérez, el familiar de las víctimas, se presentó sobre las dos de la tarde en el inmueble de sus tíos y se encontró con todo cerrado. Empezó a llamar fuertemente a la puerta y por teléfono pero nadie le respondía. Fue entonces cuando alertó a la trabajadora social y esta llamó al 112. La Guardia Civil y los bomberos de Vilalba accedieron al inmueble con la ayuda de un camión escalera por una de las ventanas que estaba un poco abierta y se encontraron a los dos ancianos muertos, tendidos en el pasillo de la vivienda. Aparentemente no presentaban signos de violencia. «Eran maiores e estaban algo dementes. Polo demais, non tiñan ningunha enfermidade nin tomaban un só medicamento. Non vivían o un sen o outro. Falei o martes por teléfono co meu tío e pregunteille se necesitaban algo. Díxome que non. Estaba algo griposo pero nada grave», indicó su sobrino José Pérez.

Dos patrullas de la Guardia Civil, un forense y un agente de la policía judicial de la Guardia Civil de Lugo acudieron a la vivienda. Minutos después se personó la jueza en el inmueble, que autorizó el levantamiento de los cadáveres pasadas las seis de la tarde. Los dos cuerpos fueron trasladados al HULA para realizarles la autopsia. Según las primeras investigaciones, la causa del fallecimiento fue un escape de monóxido de carbono o de butano. Fuentes conocedoras del suceso indicaron que una llave de la cocina estaba abierta y la bombona vacía. Sin embargo, estas mismas personas manifestaron que las mediciones del nivel de gas no fueron altas. El escape pudo haberse producido días atrás. La Guardia Civil indicó que este suceso fue judicializado, ya que no se apreciaron signos de muerte violenta, por lo que se espera que los resultados de la autopsia aclaren lo sucedido.

El hermano fallecido trabajó durante años en la gasolinera de Rábade. Ella siempre fue ama de casa. Estaba viuda desde hacía tiempo y residió durante unos ocho años en Venezuela. Excepto esa etapa en el extranjero, siempre vivió con su hermano. «Naceron, viviron e morreron xuntos», concluyó su sobrino.