Un ladrón de cacatúas se llevó a Alba, la estrella del parque de Avifauna

D. Cela / X. Carreira LUGO / LA VOZ

OUTEIRO DE REI

Movilizadas las redes para recuperar al popular ejemplar que hablaba con quien lo visitaba

27 feb 2016 . Actualizado a las 09:37 h.

Un ladrón de cacatúas anda suelto. Se llevó a Alba, la estrella de Avifauna, el parque que está ubicado en Bravos, en el municipio de Outeiro de Rei. Hay movilización generalizada en las redes para dar con el autor del hecho. Están avisados también el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y el Cuerpo Nacional de Policía. Los responsables del parque presentaron la denuncia y esperan que se abra una investigación porque consideran que el autor del hecho es alguien que conocía perfectamente los movimientos del personal del recinto que cada año recibe numerosas visitas, especialmente de escolares.

Precisamente Alba simpatizaba con los estudiantes que acudían ante su pajarera. Al verlos, contaron ayer en el centro, la cacatúa comenzaba a hablar y repetía sin cesar las palabras que sabía: papa, mamá, Alba. No se cortaba un pelo y chillaba y chillaba. Era todo un espectáculo. El personal del parque la echa muy en falta.

Todo apunta a que el ladrón urdió un plan que le salió redondo. Controló el mejor sitio para poder entrar y el momento más adecuado. Supo que los empleados dejan el recinto pasadas las cuatro y actuó cuando el bar que hay en las proximidades estaba cerrado para que nadie lo viera. También optó por la puerta de atrás del recinto, la que está ubicada en la zona de almacenes y otras dependencias. Una vez dentro del parque se fue directamente a la jaula de Alba, abrió la portezuela y se la llevó. Posiblemente el ave montó un gran alboroto de chillidos y palabras, pero nadie se enteró porque en el recinto no había nadie.

El ladrón salió por la misma puerta que entró y que dejó abierta. «Sabía perfectamente la manera de actuar y moverse», advirtieron desde el parque.

Quien se apoderó de Alba sabe perfectamente que el valor de las cacatúas es bastante alto. De ahí que los legítimos propietarios no descartan que acabe siendo vendida en el mercado negro. Es más, temen que el pájaro esté ya vendido. «Desde luego nos entristecería, y mucho, que le causasen algún tipo de daño o que no reciba los cuidados y la alimentación que necesita», apuntaron desde la instalación.

Esta cacatúa blanca es originaria de las Molucas, al noroeste de Nueva Guinea. Lo más característico, según cuentan sus propietarios, es su prominente copete que eriza cuando se siente amenazada o nerviosa. Es habladora y en su medio natural imita con facilidad todos los sonidos de su entorno. Los ejemplares de su especie alcanzan los 45 centímetros de alto y el medio kilo de peso. En libertad anidan en las copas de los árboles. Ponen dos huevos que incuba la hembra.

Crónica Un robo en el centro ornitológico de bravos

Es tan charlatana que puede acabar descubriendo al caco

Alba es tan habladora que, seguro, meterá al ladrón en un aprieto si este no consigue que se calle. Es más, en el parque creen que los gritos que emite podrán ayudar a descubrir al caco que se la llevó.

«Vai romper a berrar e a falar coma unha tola. Por veces resultaba todo un cachondeo estar con ela», contó una empleada de este parque. El ave llegó al recinto de Bravos hace aproximadamente cinco años. Fue una donación de una familia que no podía seguir teniéndola en su casa como consecuencia de la enfermedad respiratoria que sufría uno de los moradores.

Cuando llegó ya sabía hablar algo, pero el personal del parque comenzó a actuar con ella y Alba acabó convirtiéndose en una parlanchina con todos los que la visitaban.

Una de los primeros pasos que dieron en Avifauna fue utilizar el Facebook para comunicar a sus seguidores que Alba había sido robada y reclamar la difusión de la alerta para su localización. Incluso colocaron la advertencia en un portal de venta de todo tipo de productos, incluso pájaros.

«Grita bastante, por lo que cualquiera puede ayudarnos a encontrarla», decía el mensaje.

Algunas organizaciones denunciaron la existencia del tráfico de cacatúas en algunos países. Algunas redes llegaron a meterlas en botellas de plástico para salvar los controles policiales en algunos países. En España se dieron ya algunos casos de robo que fueron puestos en conocimiento de las autoridades por parte de al menos un criador.