El Obispado de Lugo está estudiando qué uso dar al palacete, mientras el anexo será un complejo caritativo y social
20 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En plena Praza de Santo Domingo, en Lugo, se yergue esplendoroso el Pazo de Velarde, un palacete construido en 1905 como vivienda, que sufrió un incendio en 1928 y que acabó funcionando durante años como hogar religioso y residencia de estudiantes. En la parte posterior de ese majestuoso inmueble se construyó en los años 70 una ampliación, a modo de anexo, que se ha estado rehabilitando durante los últimos meses y cuyas obras entran en su fase final.
La previsión del Obispado de Lugo es que la reforma de esa parte añadida al edificio noble esté lista para el mes de septiembre. El proyecto trascendió en abril del 2021 y la idea era que estuviese listo a finales del 2022, pero la intervención sufrió retrasos y no estará lista hasta después del verano.
La zona renovada, cuya transformación ronda los 1,1 millones de euros, ya se vislumbra. En su día, habían explicado que el proyecto en el exterior, bastante vetusto, intentaría contar con una fachada más en consonancia con el resto del palacete y amoldada al Pepri, la norma urbanística que rige en todo el casco histórico. Una norma que contempla desde los tonos que pueden usarse para pintar los exteriores a cómo han de ser las ventanas, por ejemplo. Hay que tener en cuenta, además, que el inmueble está en una zona especialmente destacada, con la iglesia de San Pedro, monumento nacional, a tan solo unos metros.
En cuanto al interior, la reforma pretende adaptar el inmueble a los nuevos usos y necesidades. En el complejo se mantendrá el comedor de San Froilán y se ampliará a dos nuevas áreas, una casa de misericordia que dará una solución temporal a hasta ocho personas que hayan salido de la cárcel y una zona en la que se ubicará parte de las dependencias que tiene Cáritas. Esto se debe a que el edificio de la Rúa da Cruz ya no basta.
La casa de misericordia del Pazo de Velarde estará distribuida en cuatro habitaciones dobles, un despacho, cocina, talleres, sala de estar, archivo y un gabinete en el que los usuarios podrán tener ayuda psicológica o jurídica. También en Velarde tendrán su espacio las cofradías o la adoración nocturna.
Posibles usos para la parte noble
El uso que el anexo del Pazo de Velarde tendrá a partir del próximo otoño está claro. No así qué sucederá con el edificio noble. El espacio que en su día acogió a las religiosas y también sirvió de residencia para estudiantes lleva tiempo vacío. Explican desde el Obispado que están sopesando diversas alternativas, puesto que cuentan con algunas peticiones, pero todavía no han decidido a qué se destinará.